sábado, 27 de diciembre de 2008

Yasta akí, ya llegó... sisi quien va a ser La Navidá sinó...

Saludos nocturnos,
Estaba yo en mi casa debido a una "rotura" (sisi del esfínter); [Te cojo prestada la expresión porque es lo más escatológico que soportas] que he pensado que podría ser divertido hablar sobre la Navidad. No me voy a poner en plan Empar Moliner, que sabemos todos que ella tiene más gracia que una (pero bastante más) para hacer crónicas de eventos socialmente consumibles, eso y que le pagan, que lo suyo no es vivir del cuento como el Juanjo Saez; sino más bien vivir de su trabajo.
La cosa es que heme aqui en esta tesitura (eventualmente próxima a la taza del vater) que me ha dado por reflexionar. Qué le vamos a hacer! Hay personas a las que le gusta leer el prospecto de los botes de champú durante sus largas / cortas o escasas visitas al excusado o la composición de la pasta de dientes, incluso hay quien juega a la PSP con lo que la duración de la ocupación al lavabo es directamente proporcional al tiempo que tardan en que el muñeco muera (aqui por muñeco se pueden entender varias cosas...; a lo que iba, que a otras personas nos da por pensar.
Y pienso que hay pocas cosas que me gusten de la Navidad. Para empezar las reuniones familiares; no es que tenga nada en contra de mi familia pero vamos que no está hecho el asno para atiborrarse día sí día también; luego están los temas recurrentes que suelen consistir en despotricar de aquellos miembros de la familia que por H o por B no han podido asistir al evento (vamos es que si no se les invita no hay Hs o Bs que valgan...) también se despotrica de los presentes (cuando están ausentes) y se aprovecha para airear los trapos sucios.
Estaba yo en mi tradicional cena de Nochebuena que de repente mi madre me recrimina mi abuso con vino. Es que verá señora Varela a lo mejor a su hija le apetecería en este momento hacer otras cosas y se tiene que evadir de algún modo... Ya pero es que tanto vino hija mía. Pues sí mamá lo mismo le doy al vino que a otras cosas más sucias... tu ya me entiendes jajajajja. Bueno ella y el 75% de la mesa; el otro 25% no sabe no contesta o se hacen los locos. Que dura es la vida del vicioso. Aunque debí seguir el consejo de S.: no crees que seria un buen momento para anunciar oficialmente que.... arroz... macarrones?
Luego está el momento canguro. Se conoce que cuando el novio de un ser querido tuyo es un poco cabrón (digo poco porque la Navidad me ablanda), no lo puedes mirar de un modo entrañable. Tampoco se entiende que tengas que darle conversación y decirle cosas agradables. Vamos que por muy novio de... que sea, a mi si me tocan lo mío, pues que me enfado.
Entonces llegas a casa te metes en la cama y duermes plácidamente. A veces surgen imprevistos, entrañables y que te sugieren que se acuerdan de tí en los momentos de exaltación... Así que sumas un grado más en la escala de rotura y te preocupas si segundos antes de que cuelguen anuncien su proposito de devolver la comida a la superficie terrestre (por aquello de reestablecer el equilibrio ecológico)... que hi farem :p
Al día siguiente otra comilona. Y al siguiente otra y otra y otra...
Hasta que sin saber como te estás zampando las doce uvas de un bocado y no tienes plan. Dios! Seré una marginada toda mi vida, cómo puede ser que no vaya a salir en fin de año. Lo cierto es que mis experiencias pasadas no han sido demasiado agradables:
2007: A las 4 fuera del local. Promedio: 1 cubata x 1/2 hora. Resultado: Resaca moderada
2006: A las 6 fuera del local. Promedio: 1 cubata x 1/4 hora. Resultado: Resaca tremenda; -1 amigo
2005: A las 8 comiendo churros. Promedio: 1 cubata x 6 horas. Resultado: Resaca en busca y captura. Aburrimiento moderado. Miembros afectados por virus estomacal: 3
2004: A las 10 en casa. Promedio: 1 cubata x 1 hora. Resultado: divertimento moderado + camiseta Razz
Así que me pongo a contar y hace 4 años que le estoy dando oportunidades al puto 31 de diciembre y siempre me sorprende con algo. Este año no le voy a permitir ni una licencia y si me tengo que quedar en casa jugando a la puta DS... pues que así sea.
A.
pd. Próximamente los propositos de año nuevo de mi madre para conmigo y el avance hay que joderse lo bonita que es Palma :p

martes, 23 de diciembre de 2008

Madrid Connection y el discovery channel

Por qué nadie me avisa de estas cosas? Se conoce que el ser humano necesita alimentarse para que su cerebro funcione. Como decía en anteriores post (una cambia mucho de situación abarbatadora a abarbatada en cuestión de pocos días) lo único que recibió mi estómago, además de unos cuantos sobresaltos, fue una triste mandarina y dos chocolatinas que, buenamente, me dejaron en el hotel.

Teniendo en cuenta que no sabía cómo matar el gusanillo, decidí que la mejor manera de combatir el hambre canina que en esos momentos me acechaba era bebiéndome el agua del mueble bar. Pero claro el agua con gas no se puede decir que sea muy efectiva más que para deletrear el abecedario eructando.

A la mañana siguiente me despertó el rugir de mis tripas. Tenía que ser rápida si no quería morir de inanición. Pero también quería ser limpia y ducharme sin caer redonda en el cuarto de baño (habilitado para minusválidos). Así que me organicé, hice lo propio con mi maleta-mochila-de-jipi-guarra-no-entres-en-mi-hotel-para-robar y salí de la habitación. Eso sí, la señora de la limpieza, con tanta eficiencia casi me pilla en pelotas; que parece ser que que tengas que dejar la habitación a las 12 del mediodía es un mero trámite burocrático.

Salgo del hotel con el sonidillo (nótese que a veces puede confundirse con el roncar) y me planifico el día. La idea consiste básicamente en desayunar (de momento). Para eso tengo localizado un Vips camino de Atocha y cerquita del retiro. Así que llego, con un dolor de cabeza terrible y medio agonizante. Es curioso pero nadie me mira mal.

Me miro la carta y decido que quiero un Bikini, un zumo de naranja y un cortado, pero no porque no supiera lo de los mixtos, sino más bien porque la carta me pedía a gritos un exceso de catalanismo. 20 minutos después se me había terminada la comida y llevaba un rato divangando sobre los correos electrónicos y la dificultad de leerlos en el movil, para aligerar mi entusiasmo me pido más comida. Creo que si en esos momentos me hubieran puesto a Alf delante, me lo hubiera comido con pelo y todo jajajajjajaja

Total que un cola-cao (parece ser que cacaolat no tenían por aquello del boicot) y un croissant (sin nada? Exclama el camarero con horror) complementan mi dieta mediterranea del becerro.

Con el buche lleno, me dispongo a cumplir la misión del día. Es justo que en mi segundo viaje a Madrid lo consiga, ya que en el primero fue materialmente imposible. Así que me aventuro a entrar en el parque del Retiro a buscar el Angel. Bueno lo de que era el Angel lo descubrí a posteriori, que yo le hice la foto sólo porque pensé que podía ser y no quería irme con las manos vacías. La suerte aquí fue un grado. Pero vamos la intención es lo que cuenta que si tu no lo pudiste ver, provisionalmente te envío un sucedáneo.

Luego ya, pensé en adentrarme por Madrid pero como lo único que conocía era Atocha no podía alejarme demasiado. UNA MIERDA! Jajajajja. Me dio la vena andadora, pero que no sabía yo que tenía tanta vena. Pillé el puto Paseo del Prado y seguí to tieso; pero Dios lo que llegué a caminar. Cosas que vi:
- Jardín Botánico
- Cosmo Caixa Madrid (Aquí es cuando M. refunfuña porque dice que ya les vale a los de la Caixa hacer un edificio tan chulo en Madrid teniendo la sede en Barcelona)
- Museo del Prado. A Madrid hay que ir acompañada, que ver que hacen una exposición de Rembrandt y no entrar porque puede ser que te aburras tu solita es tope triste.
- Biblioteca Nacional. Ves podrías haber estudiado, así mi madre estaría super contenta.
- Paseo Recoletos. De lejos
- La Cibeles. Tampoco es pa tanto la verdad
- La Puerta de Alcalá. Anda que no dieron por culo el viernes con la cancioncita de los cojones.
- La iglesia facha. Que la inscripción esa me repugna sólo de leerla. En honor a los caidos por qué y por quién… ¿¿??
- Colon. Creo que para suplir el tamaño tan pequeño que debía tener el miembro de Colón los madrileños han erigido un mástil con “la bandera”. Eso si, si tienen tanto dinero para pagar el palo, digo yo que podrían poner tela en condiciones que sólo le faltaba un par de parches.
- La calle Goya… cuanto pijo suelto.

Cuando llevaba aproximadamente 2 horas caminando y el dolor de espalda amenazaba con dejarme inválida de por vida, se puso a llover. Así que entré en el Corte Inglés y me estuve dando una vuelta, hasta que el temporal amainara. Salí a la puerta a fumarme un cigarro y de repente una señora super remilgada o emperifollada (esta palabra siempre me ha parecido de un guarro…) me pregunta por el nombre de una calle. Fantaseé con contestarle en catalán, pero provocar por provocar, que lo mismo me sacaba el bolso y me corría a palos. Total que me limité a decirle que no era de aquí (nótese que en Madrid no puede existir otro aquí que no sea ese) y rápidamente aparecieron dos señoras para darle indicaciones precisas, casi con coordenadas Greenwich, latitud, longitud.

Luego tenemos a la otra señora que viendo que puedo ser una persona agradable me pide amablemente que le lea el mensaje de su movil, puesto que se ha olvidado las gafas en casa y ha quedado con su hermano que llega tarde. Así que huyo de la fauna de Madrid y me meto en el metro: me pierdo. YO! Que soy un ser de cosmopolitismo insuperable, que defiendo el medio de transporte colectivo por encima del privado (debido a mi incapacidad para el examen de conducir), que... !!!! Diossss, que vergüenza jajajajajaj.

Ahora ya sé como funciona el puto metro de Madrid. Gallardón sólo te pido una cosa…. Pon un puto mapa!

A.



lunes, 8 de diciembre de 2008

Madrid 1,3



Reconozcamos ya de una vez que el tópico de segundas partes nunca fueron buenas, es sólo eso un tópico gafe que hace mostrar excepticismo ante la oportunidad número 2. Que se suele decir que se puede aprender de los errores, pero que también si no se pone voluntad y ganas, no es que se materialice la segunda parte. Que yo tengo bastantes ejemplos de cosas indefinidas que se mantienen bien.

Estoy escuchando a un grupo que se llama Little Man Tate y rememorando precisamente la segunda parte de Madrid Connection. Esta vez fue mejor en lo que respecta a mi relación con la ciudad, pero mucho más infernal en lo que respecta a términos de trabajo. Comienzo por las conclusiones:

a) Volveré a Madrid, pero acompañada; que resulta ser que la ciudad tiene bastante encanto; pero se agradece poder comentar la grandilocuencia y facherío con alguien.
b) ¿Es necesaria una bandera tan grande?
c) Nunca más volveré a pasear durante 3 horas con una mochila de más de 6 quilos a la espalda.
d) Qué pasa con los putos semáforos en rojo; que ni dios los respeta!?!


Y la aventura comienda. Para empezar y dado que los billetes eran míos decidí que no volvería a pasar por el infierno del ardor de estómago sólo porque levantarme a las 5 no bastara para coger el AVE. Así que pillé el primer directo que pasaba a las 7 de la mañana que eso ya era madrugar bastante y me permitía llegar a una hora decente.
Esta vez no parecía una cateta, hasta me disfracé con jersey y camisa; decidí no disociarme que luego me traumatizaba.

Primera contrariedad del viaje: a quién coño se le ocurre poner Bee Movie como película de trayecto? Menudo chusco! Suerte que llevaba la DS y pude entretenerme jugando. Entre tanto iba mirando el paisaje por la ventana: nieve, niebla y frío, mucho frío; eso y que mi jefe no paraba de llamar para saber donde estaba; se conoce que contestar, en el tren te convierte en alguien ilocalizable.

Llego a Atocha y lo primero que hago es pagar el párquing de mi jefe. Me cagonsuputa vida!!! El cabrón cobra más de 6000 euros al mes y yo pagándole los tickets de los cojones!. Que fueron 85 céntimos… pero vamos sigue siendo injusto…

El día fue más bien aburrido. Trabajar, trabajar y exigir que me invitara a comer; que encima que tenía que viajar a Madrid… Así que lo consigo. Después me baja al centro, dado que por iniciativa suya el hotel quedaba justo al lado de su casa. Supongo que querría tenerme controlada. Me impone que lo acompañe a su casa para que conozca a su minihijo y ya de paso que lo acompañe a pasear a su chucho, Wally.

Se le ve un hombre feliz con Wally; y creo que disfruta sobre manera recogiendo sus cacas. Si no tendríais que haber visto con qué alegría movía el guante que contenía las deposiciones del chucho, sin ser apenas consciente que una simple fisura hubiera supuesto una pequeña catástrofe. Mi idea para causar impresión en este hotel no era precisamente la de llegar oliendo a mierda…

Así que paseamos al perro y como si mi día no hubiera sido cansado me lo encasqueta para que se lo guarde mientras compra tabaco; sin advertirme que el can tiene cierta costumbre cuando se ausenta. El puto perro de mierda se puso a aullar como si lo estuviera matando. Así que yo muerta de vergüenza intenté que se callara, pero no hubo manera… parecía que alguien lo estaba destripando.

Por fin, llego al Hotel y decido que tengo que salir a conocer Madrid, que la mejor manera es llegar a Atocha caminando a las 23h; vamos es una buena hora si una busca que la ataquen o que la violen. Lo que no tenía en cuenta es que la estación estaba a 2 kms del hotel; suerte que iba acompañada…




Si el día de antes había sido cansado, el siguiente fue peor: trabajo ininterrumpido desde las 9 hasta la 1 de la madrugada. Casi no me dejan comer, no cené; y nos pasamos por el forro la ley antitabaco…. Jajajajajja todavía me queda la duda de si alguien preguntó al día siguiente el… oye me ha venido una peste a….

Al día siguiente tenía que hacer turismo, por fin! Llegué a la 1,30 al hotel y me acosté a las 3. Para cenar: 1 mandarina. Qué tendrá el teléfono? jajajajaj

A.

Et altri, Madrid


Hoy estoy reivindicativa; porque resulta que el et altri siempre va después del nombre principal, aunque a veces es al revés el et altri es más importante que el protagonista principal.

Me doy cuenta a estas alturas de publicación de post en el blog que la terapia se ha acabado y que ya no tengo que exteriorizar tanta chorrada como antes; que en el fondo si Freud levantara la cabeza seguro que detectaba, a la par que mi madre, algún desorden de tipo sexual, más que de otra cosa.

La cuestión es que estas últimas semanas me noto yo más viajera de lo habitual. No porque haya querido, sino más bien por obligación (a excepción del de la semana que viene… que hace tiempo que no como ensiamadas, que mi hermano últimamente no se estira demasiado… sólo piensa en su piso).

Así que viéndome inmersa en una espiral incontenible de trabajo me fui a Madrid del 19 al 21 de Noviembre y del 1 al 3 de Diciembre.

Madrid… De profesión cateta… (19-21)

Ya se sabe que las primeras veces siempre son las más duras (o no). La cosa es que yo no soy muy dada a viajar y mucho menos a viajar y parecer una persona adaptada a los tiempos y las circunstancias, que me disocio muy rápidamente. Así que si de repente alguien me pide que me convierta en una ejecutiva atemporal, lo normal es que reaccione de la peor de las maneras: yendo a un hotel de 4 estrellas con mochila y vestida de activista, converse enfundadas y bandolera verde. Pero que nos hemos pensado! jajajajajj

El problema de la disociación y el cosmopolitismo tardío (lo mío ha sido a una edá avanzada :p) es que parece ser que la sociedad no lo acaba de encajar del todo bien, y los primeros en hacerte sentir incómoda son los propios agentes servicio.

Momentos que se podrían destacar:
1. Llego tarde al AVE. La falta de previsión me jugó una mala pasada; casi no llego. Durante el trayecto pensaba en que irremediablemente tendría que comprar otro billete y me estaba entrando ardor de estómago sólo de pensar en aflojar la mosca.

2. ¿Eres de Medio Ambiente? Llego a Madrid y la delegación al completo contempla mi disociación. De donde vendrá esta pordiosera, con piercings y pinta de kinki? Pues de Barcelona, chulapos. A ver si aprendemos a usar el Complemento directo…

3. Como coño va la luz de la habitación. Esto ya fue marca de la casa. No sólo tuve que soportar la mirada de recelo del recepcionista al verme entrar por la puerta con una mochila. Se comenta que en Madrid desde el 11-M la gente no es la misma… pero vamos… que tengo pinta inofensiva y hay miradas que una se puede ahorrar de soportar… Así que me da la tarjeta de la habitación; subo y después de un pequeño problema logístico con la entrada de la habitación. Sí no supe ni como se habría la puta puerta de mierda! Entro en la minisuit, paraíso de las almendras y el toblerone.

Pero claro, esta habitación está rota señor de la recepción, que la luz no se enciende bajo ningún concepto. Uso su vocabulario chulapo para que me entienda, sí?
Dios mi pobre cerebro exhausto no dio con la ranura de la luz azul. Vamos que para que sirve eso más que para adornar?! Lo cojonudo es que para poder llamar por teléfono, preguntar y quedar como el mismísimo Paco Martínez Soria, tuve que encender la televisión palpando. Lo pienso y aún me río.

4. Ceno y me tajo con 4 desconocidos. A ver lo de desconocidos queda un poco a las bravas. 2 eran conocidos (y dicen las malas lenguas que están enrollados), 1 era una sosa y el otro un encanto. Me bebí una Heineken y un montón de vino. Resultado: una llamada semi comatosa con lagunas mentales… espero no haberme puesto demasiado tierna….

5. Abandono el hotel y no conozco Madrid. Me llevo otra mirada desconfiada de la recepcionista de la mañana que me exige pague mi deuda nocturna. Ya se sabe que el servicio de habitaciones tenía un precio, como la muerte.

De ese viaje aprendí varias cosas… la más importante… si hubiera mirado cine de barrio el fin de anterior otro gallo cantaría.

A.

 
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