martes, 23 de diciembre de 2008

Madrid Connection y el discovery channel

Por qué nadie me avisa de estas cosas? Se conoce que el ser humano necesita alimentarse para que su cerebro funcione. Como decía en anteriores post (una cambia mucho de situación abarbatadora a abarbatada en cuestión de pocos días) lo único que recibió mi estómago, además de unos cuantos sobresaltos, fue una triste mandarina y dos chocolatinas que, buenamente, me dejaron en el hotel.

Teniendo en cuenta que no sabía cómo matar el gusanillo, decidí que la mejor manera de combatir el hambre canina que en esos momentos me acechaba era bebiéndome el agua del mueble bar. Pero claro el agua con gas no se puede decir que sea muy efectiva más que para deletrear el abecedario eructando.

A la mañana siguiente me despertó el rugir de mis tripas. Tenía que ser rápida si no quería morir de inanición. Pero también quería ser limpia y ducharme sin caer redonda en el cuarto de baño (habilitado para minusválidos). Así que me organicé, hice lo propio con mi maleta-mochila-de-jipi-guarra-no-entres-en-mi-hotel-para-robar y salí de la habitación. Eso sí, la señora de la limpieza, con tanta eficiencia casi me pilla en pelotas; que parece ser que que tengas que dejar la habitación a las 12 del mediodía es un mero trámite burocrático.

Salgo del hotel con el sonidillo (nótese que a veces puede confundirse con el roncar) y me planifico el día. La idea consiste básicamente en desayunar (de momento). Para eso tengo localizado un Vips camino de Atocha y cerquita del retiro. Así que llego, con un dolor de cabeza terrible y medio agonizante. Es curioso pero nadie me mira mal.

Me miro la carta y decido que quiero un Bikini, un zumo de naranja y un cortado, pero no porque no supiera lo de los mixtos, sino más bien porque la carta me pedía a gritos un exceso de catalanismo. 20 minutos después se me había terminada la comida y llevaba un rato divangando sobre los correos electrónicos y la dificultad de leerlos en el movil, para aligerar mi entusiasmo me pido más comida. Creo que si en esos momentos me hubieran puesto a Alf delante, me lo hubiera comido con pelo y todo jajajajjajaja

Total que un cola-cao (parece ser que cacaolat no tenían por aquello del boicot) y un croissant (sin nada? Exclama el camarero con horror) complementan mi dieta mediterranea del becerro.

Con el buche lleno, me dispongo a cumplir la misión del día. Es justo que en mi segundo viaje a Madrid lo consiga, ya que en el primero fue materialmente imposible. Así que me aventuro a entrar en el parque del Retiro a buscar el Angel. Bueno lo de que era el Angel lo descubrí a posteriori, que yo le hice la foto sólo porque pensé que podía ser y no quería irme con las manos vacías. La suerte aquí fue un grado. Pero vamos la intención es lo que cuenta que si tu no lo pudiste ver, provisionalmente te envío un sucedáneo.

Luego ya, pensé en adentrarme por Madrid pero como lo único que conocía era Atocha no podía alejarme demasiado. UNA MIERDA! Jajajajja. Me dio la vena andadora, pero que no sabía yo que tenía tanta vena. Pillé el puto Paseo del Prado y seguí to tieso; pero Dios lo que llegué a caminar. Cosas que vi:
- Jardín Botánico
- Cosmo Caixa Madrid (Aquí es cuando M. refunfuña porque dice que ya les vale a los de la Caixa hacer un edificio tan chulo en Madrid teniendo la sede en Barcelona)
- Museo del Prado. A Madrid hay que ir acompañada, que ver que hacen una exposición de Rembrandt y no entrar porque puede ser que te aburras tu solita es tope triste.
- Biblioteca Nacional. Ves podrías haber estudiado, así mi madre estaría super contenta.
- Paseo Recoletos. De lejos
- La Cibeles. Tampoco es pa tanto la verdad
- La Puerta de Alcalá. Anda que no dieron por culo el viernes con la cancioncita de los cojones.
- La iglesia facha. Que la inscripción esa me repugna sólo de leerla. En honor a los caidos por qué y por quién… ¿¿??
- Colon. Creo que para suplir el tamaño tan pequeño que debía tener el miembro de Colón los madrileños han erigido un mástil con “la bandera”. Eso si, si tienen tanto dinero para pagar el palo, digo yo que podrían poner tela en condiciones que sólo le faltaba un par de parches.
- La calle Goya… cuanto pijo suelto.

Cuando llevaba aproximadamente 2 horas caminando y el dolor de espalda amenazaba con dejarme inválida de por vida, se puso a llover. Así que entré en el Corte Inglés y me estuve dando una vuelta, hasta que el temporal amainara. Salí a la puerta a fumarme un cigarro y de repente una señora super remilgada o emperifollada (esta palabra siempre me ha parecido de un guarro…) me pregunta por el nombre de una calle. Fantaseé con contestarle en catalán, pero provocar por provocar, que lo mismo me sacaba el bolso y me corría a palos. Total que me limité a decirle que no era de aquí (nótese que en Madrid no puede existir otro aquí que no sea ese) y rápidamente aparecieron dos señoras para darle indicaciones precisas, casi con coordenadas Greenwich, latitud, longitud.

Luego tenemos a la otra señora que viendo que puedo ser una persona agradable me pide amablemente que le lea el mensaje de su movil, puesto que se ha olvidado las gafas en casa y ha quedado con su hermano que llega tarde. Así que huyo de la fauna de Madrid y me meto en el metro: me pierdo. YO! Que soy un ser de cosmopolitismo insuperable, que defiendo el medio de transporte colectivo por encima del privado (debido a mi incapacidad para el examen de conducir), que... !!!! Diossss, que vergüenza jajajajajaj.

Ahora ya sé como funciona el puto metro de Madrid. Gallardón sólo te pido una cosa…. Pon un puto mapa!

A.



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